Gastronomía
Primero se trocea ½ conejo y una perdiz. Trocear 2 tomates maduros, ½ pimiento y 1 cabeza de ajo. Partir una torta gazpachera en trozos menudos hasta obtener unos 4 puñados. Poner un cazo con agua a calentar. En una sartén, sofreír 2-3 minutos el conejo y la perdiz. Añadir 2 hojas de laurel, los ajos, los tomates y el pimiento. Sofreír 5-10 minutos. Añadir agua caliente, sal y dejar cocer unos 20-25 minutos. A parte prepara una infusión con una ramita de tomillo (una taza). Añadir los trozos de torta gazpachera y la infusión de tomillo. Lavar y trocear ¼ kg. de setas y añadirlas a la sartén, y acabar de cocer hasta que la carne esté bien tierna (unos 15 minutos). TRUCO: antes de servir dejar reposar unos 10 minutos.
Se mezclan cuatro cucharadas de azúcar, cuatro de aceite, cuatro cucharadas de leche, una gaseosa de papelillo, la clara de un huevo (a punto de nieve) y después la yema del huevo, una raspadura de limón (a gusto), y harina poco a poco hasta que quede una masa más bien blanda. Con esta masa se van haciendo rolletes y friéndolos en la sartén con el aceite bien caliente. Ya fritos, se rebozan en azúcar. Se puede usar zumo de naranja, en vez de leche.
Adobar un kilo de panceta de cerdo con sal y limón, y dejarlo un par de días con la corteza hacia arriba para que se sequen, y más tarde cuando la friamos se haga bien la corteza. Poner un pan casero en remojo la noche anterior. En una sartén poner ¾ de la panceta, que habremos cortado en «tajadas», con la corteza hacia abajo para que se vayan haciendo a fuego lento. Y en otra sartén echar un poco de aceite para freír el resto de la panceta que habremos cortado en trozos pequeños, y los ajos, una vez echos sacarlos de la sartén, y reservar el aceite. Escurrir bien el pan que dejamos en remojo, hacerlo migas y echarle un poco de sal. Poner en el fuego el aceite que habíamos reservado de la panceta y los ajos, añadirle una cucharada de pimentón dulce, y echarle el pan desmigado, hacerlo a fuego medio sin dejar de darle vuelta para que no se pegue, se vaya secando el pan y queden las migas bien sueltas. Acompañar las migas con granos de uva.
Se fríen 100gr. de jamón y 50 gr. de pan. Se pica todo con ajo y cominos, se sofríe todo y se le añade un poquito de agua. Ésto se pone a cocer y cuando lleva un rato hirviendo se le pone azafrán. Se deja hervir dos minutos.
En seis cucharadas de grasa se fríen 5 ajos, 2 patatas cortadas bien finas, y rebanadas de pan (unos 200 gramos), añadiéndole un poco de agua y sal. Tiene que hervir hasta que se quede espeso y se forme como una tortilla.
Se pone en remojo miga de pan del día anterior. En el agua de humedecer el pan, se pone sal y ajo. Se cubre con un paño para que no se reseque. En una sartén sofreír panceta echa trozos; agregar unos ajos e incorporar un chorizo casero picado. Añadir un pimiento rojo machacado previamente y frito con un poco de agua. Dejar en el fuego hasta que rompa a hervir. Retirar del fuego y echar toda la guarnición en una cazuela. Incorporar las migas a la sartén, añadiendo poco a poco la guarnición para que se mezcle bien con el pan. No dejar de mover hasta que el pan esté suelto. Se puede acompañar con uvas, melón, queso fuerte, tocino o chorizos.
Se fríen dos ajos en un sartén con aceite y se le echan cuatro o cinco cucharadas soperas de harina de guijas y una cucharada y media pequeña de pimentón, y todo ello se va sofriendo sin pasarlo. A continuación, se le echa medio litro de agua y sin parar de darle vueltas se le añade la sal a gusto. Cuando empiece a hervir se les deja un poco hasta que den el aceite. Si se quieren con patatas, cuando se sofríen los ajos también se sofríen unos trozos de patata y el resto es todo igual.
Se pone la liebre por la noche en vino blanco. A la mañana siguiente se ponen en una caldera de barro una cebolla, una cabeza de ajos, una hoja de laurel, tres cucharadas de vinagre, media cucharilla de pimentón, una taza de aceite crudo, pimienta y sal. Se deja a fuego lento para que se vaya rehogando durante media hora. Se le añade un poco de agua -según esté la carne de dura- y se le deja cocer hasta que esté tierna y en el aceite.
Desde por la mañana temprano, se ponen a cocer cinco «puñaos» de garbanzos que han estado en remojo desde la noche anterior, en un litro de agua, poco más o menos, con un pedazo como el puño de carne de cabra vieja, y un hueso de jamón viejo. Conforme se consume el caldo se le va añadiendo agua caliente que tenemos en otro puchero al lado. Cuando está todo a medio se le echa un hueso de espinazo, una pezuña de cerdo, tres morcillas, un «puñao» de judías verdes y cinco patatas partidas por la mitad, sazonándolo con sal. Cuando está todo bien cocido y el caldo espeso, se le quita éste para hacer sopa. El cocido se toma frío.
Se ponen a cocer, por un lado patatas y por otro lado bacalao en la proporción de un cuarto por cada kilo de patatas. Cuando las dos cosas estén cocidas se echan las patatas en un mortero y se deshacen con la mano de madera echándole el agua del bacalao. Seguidamente se desmenuza el bacalao y se revuelve con las patatas al mismo tiempo que se le va echando aceite de oliva, y la sal conveniente. Esto se sigue haciendo así hasta que se considere que tiene bastante aceite. Al servirlo se presenta con huevos cocidos hechos rodajas. Ésta es una comida propia de la Mancha de Albacete, de los días que nieva. Debe ser por su gran valor en calorías. Hay gente de por aquí que dice que hay que hervir las patatas con el agua de la nieve derretida.