Se sitúa cerrando uno de los laterales de la plaza principal de la localidad, frente al Ayuntamiento, y data del siglo XV.

En ella se pueden observar dos estilos arquitectónicos distintos. Por una lado, el gótico, con grandes muros de argamasa, arcos ojivales, ventanas pequeñas y contrafuertes. Y por otro, el renacentista, donde los arcos de medio punto, los pilares y una sobria decoración dan forma al crucero de la Iglesia.

En su interior podemos admirar pequeñas joyas, como las imágenes, algunas de ellas en el nuevo retablo, que se inauguró en el 2.004; un fresco, que representa la Batalla de Clavijo y que ha sido recientemente restaurado; o el grupo escultórico de Santa Ana, la Virgen y el Niño, atribuido al escultor Juan Martínez Montañés. A los pies del altar se encuentra enterrado D. Bartolomé Rodríguez Soria, un mártir que será próximamente beatificado.

El aspecto externo del edificio es de una cierta rudeza constructiva, pesadez y fuerte carácter arcaico. Los materiales más característicos son cal y canto, con un escaso uso de la piedra de sillería.

 

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