School blog
![](/images/stories/descriptivos/estofado.jpg)
Después de bien limpias y lavadas, a las cabezas se les pone bastante jamón con tocino dentro; se atan, y por fuera se embadurnan con sal, perejil, pimienta y ajos bien picados. Se meten al horno sin aceite y sin manteca.
Desde por la mañana temprano, se ponen a cocer cinco "puñaos" de garbanzos que han estado en remojo desde la noche anterior, en un litro de agua, poco más o menos, con un pedazo como el puño de carne de cabra vieja, y un hueso de jamón viejo. Conforme se consume el caldo se le va añadiendo agua caliente que tenemos en otro puchero al lado. Cuando está todo a medio se le echa un hueso de espinazo, una pezuña de cerdo, tres morcillas, un "puñao" de judías verdes y cinco patatas partidas por la mitad, sazonándolo con sal. Cuando está todo bien cocido y el caldo espeso, se le quita éste para hacer sopa. El cocido se toma frío.
Se ponen a cocer, por un lado patatas y por otro lado bacalao en la proporción de un cuarto por cada kilo de patatas. Cuando las dos cosas estén cocidas se echan las patatas en un mortero y se deshacen con la mano de madera echándole el agua del bacalao.
Seguidamente se desmenuza el bacalao y se revuelve con las patatas al mismo tiempo que se le va echando aceite de oliva, y la sal conveniente. Esto se sigue haciendo así hasta que se considere que tiene bastante aceite. Al servirlo se presenta con huevos cocidos hechos rodajas. Ésta es una comida propia de la Mancha de Albacete, de los días que nieva. Debe ser por su gran valor en calorías. Hay gente de por aquí que dice que hay que hervir las patatas con el agua de la nieve derretida.